NUEVA YORK (Estados Unidos). – República Dominicana, representada por una delegación de alto nivel encabezada por el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Paíno Henríquez, la viceministra de Cambio Climático y Sostenibilidad, Ana Emilia Pimentel, la directora de Cambio Climático y Resiliencia, Gabriela Márquez, y el director de Mecanismos Financieros y Manejo de Portafolio, Iván Cruz Burgos, tuvo una activa participación en la Semana del Clima de Nueva York (Climate Week NYC) y en la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA80).
La Semana del Clima, que se celebra cada septiembre en paralelo a la Asamblea General de la ONU, se ha convertido en el principal espacio internacional no negociador para el debate climático. Este año, bajo el lema de acelerar la acción, reunió a gobiernos, empresas, ciudades, filantropía y sociedad civil para anunciar compromisos, mostrar avances y preparar el camino hacia la próxima COP30 en Belém, Brasil.
Durante varios días, los representantes dominicanos sostuvieron reuniones bilaterales, participaron en diálogos temáticos de alto nivel y se integraron a mesas redondas que abordaron los grandes desafíos de la agenda climática. La presencia del país en estos foros reafirmó su compromiso con la acción climática multilateral, resaltando las particularidades y vulnerabilidades de los pequeños Estados insulares en desarrollo, así como su papel activo en la construcción de consensos.
La República Dominicana participó activamente en espacios de diálogo internacional sobre mitigación, adaptación, vulnerabilidad y justicia climática, abordando temas como alerta temprana y calor extremo, diplomacia del agua, sinergias entre clima y naturaleza, finanzas para pérdidas y daños, acción climática y salud, seguridad hídrica y cooperación multilateral. En este marco, la delegación también se sumó a la Mesa Redonda sobre Infraestructura Pública Digital y Bienes Públicos Digitales, organizada por la Presidencia de la COP30, la cual se vinculó directamente a estas prioridades al buscar movilizar apoyo técnico y financiero para soluciones digitales abiertas que fortalezcan la transparencia y aceleren la acción climática en sectores estratégicos como agua, energía, agricultura y gestión de riesgos. Asimismo, el país se involucró en debates globales sobre la ratificación del Tratado de Alta Mar, el futuro tratado sobre plásticos y la creación de una ventana de finanzas azules, además de participar en las consultas presidenciales de la COP30 con el presidente designado, André Corrêa do Lago. En todas estas instancias, la República Dominicana llevó una voz firme y coherente con su Estrategia Nacional de Cambio Climático y Finanzas Sostenibles.
El ministro Paíno Henríquez destacó la urgencia de fortalecer los sistemas de alerta temprana y las capacidades de gestión de riesgos climáticos, en un contexto donde fenómenos extremos como el calor excesivo, las tormentas y la sequía afectan cada vez con mayor intensidad a las comunidades vulnerables.
El tema del agua ocupó un lugar central. República Dominicana planteó la urgencia de abordar la seguridad hídrica como un eje estratégico para el desarrollo sostenible, proponiendo la diplomacia del agua como un mecanismo de cooperación entre países y regiones.
La viceministra Ana Emilia Pimentel subrayó el valor de las soluciones basadas en la naturaleza y el manejo costero integrado como herramientas que permiten, simultáneamente, proteger ecosistemas, mitigar emisiones, y generar beneficios sociales y económicos.
La delegación resaltó que la acción climática debe ser integral y multisectorial. En ese sentido, se defendió la importancia de incorporar la salud pública en la agenda climática, fortaleciendo la resiliencia de los sistemas sanitarios frente a olas de calor, huracanes y enfermedades sensibles al clima.
Por su parte, el director Iván Cruz remarcó la necesidad de movilizar financiamiento climático predecible y accesible, con especial atención al Mecanismo de Pérdidas y Daños, y abogó por que los países en desarrollo puedan contar con canales ágiles y simplificados para acceder a fondos que permitan implementar proyectos de gran escala.
Asimismo, se enfatizó la defensa de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), subrayando que la justicia climática exige reconocer las responsabilidades diferenciadas y garantizar apoyos específicos a las naciones más vulnerables.
Camino a la COP30 en Belém
La COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, Brasil, es percibida como un punto de inflexión en la agenda climática internacional. República Dominicana enfatizó que allí se debe avanzar hacia la descarbonización de las economías globales, aumentar la ambición de las NDC con horizontes más claros y verificables, garantizar un financiamiento climático justo, predecible y oportuno, facilitar la transferencia de tecnología y el fortalecimiento de capacidades, y consolidar la cooperación internacional en torno a salud, agua y justicia climática.
La agenda de la delegación incluyó el encuentro convocado por el Secretario General de la ONU, António Guterres, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la cual se invitó a los países a anunciar sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC 3.0) hacia 2035, exhortando a considerar cinco prioridades globales: energía limpia, reducción del metano, protección de los bosques, transformación de la industria pesada y justicia climática, considerando que la próxima década será decisiva para evitar los peores impactos de la crisis climática.
Durante eventos en la Semana del Clima, Gabriela Márquez señaló la importancia de mantener la coherencia del ciclo de implementación del Acuerdo de París. Sin embargo, reconoció los retos que implica para los países en desarrollo, por lo que reiteró la importancia de contar con el fortalecimiento de capacidades y acompañamiento en los ejercicios de transparencia climática, con el objetivo de continuar afianzando los datos que serán incluidos en los Informes Bienales de Transparencia. Destacó que la COP30 ofrece una oportunidad para reconocer este desafío y facilitar apoyo técnico y procesos más simples, de manera que estos instrumentos fortalezcan la ambición climática.
La participación de República Dominicana en Nueva York no solo reafirmó su compromiso con la acción climática, sino que también la proyectó como un referente en la región del Caribe y América Latina.
El país aprovechó estos espacios para estrechar lazos con socios estratégicos, fortalecer su diplomacia climática y posicionar la voz de los Estados insulares, defendiendo con firmeza que la transición hacia un modelo de desarrollo sostenible debe ser inclusiva, justa y adaptada a las realidades locales. Se prepara para llegar a la COP30 con una agenda robusta, que combine ambición, resiliencia y justicia climática, reafirmando su compromiso con un futuro más seguro y sostenible para todos.
Fuente: Medio Ambiente – https://ambiente.gob.do/elementor-311063/