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Washington.- Varios embajadores y expertos advirtieron este miércoles ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que gran parte de las islas del Caribe desaparecerán si sigue subiendo el nivel del mal, un reto que supone «grandes problemas humanitarios».

Hace unas semanas, el presidente de la Asamblea General de la ONU, Philémon Yang, señaló que el organismo calcula que hasta 1.200 millones de personas podrían verse desplazadas a la fuerza si se cumplen las previsiones de crecimiento del nivel del mar.

Ante tales previsiones, las delegaciones de México y República Dominicana, dos de los países que más podrían verse afectados por esta subida, instaron a la OEA a celebrar la sesión de hoy, en la que invitaron a los expertos Galo Carrera y Alejandra Torres.

Carrera señaló que llegados al actual punto de calentamiento global, el nivel de mar crecerá entre 10 y 25 centímetros, «da igual las medidas que se lleven a cabo». «Lo que pase entre 2050 y 2100 es crucial», añadió.

Algunos informes de las Naciones Unidas establecen que la subida del nivel del mar podría superar el metro para finales de este siglo.

Además, el doctor apuntó que las causas de este fenómeno, que definió como global, son «la expansión térmica de los océanos, la pérdida del hielo de los glaciares y la destrucción del almacenamiento de agua en la tierra».

Por su parte, Torres aseguró que una gran parte de las islas del Caribe desaparecerán si se cumplen estas previsiones.

Un aspecto, que fue especialmente subrayado por los Estados insulares de la zona presentes en la reunión, como el embajador de Antigua y Barbuda, que pidió que se invocará el derecho internacional para ayudar a las islas pequeñas en su lucha por la justicia climática.

«La predicción es que para 2050 algunas de estas islas quedarán deshabitadas y parcial o totalmente cubiertas por el mar durante el próximo siglo. Esto supondrá mayores amenazas para la seguridad alimentaria e hídrica, la salud, los medios de subsistencia, la economía, el estatus, el patrimonio y la cultura de nuestros pueblos», dijo su embajador.

Otras delegaciones como la de Panamá, donde la subida del nivel del mar ya ha obligado a «realojar» a algunas comunidades, pidieron enfoques integrales.

«Para el año 2050, el 2,1 % de nuestro territorio nacional sufrirá inundaciones costeras, esto implica la potencial desaparición de islas, islotes y litoral terrestre, suponiendo una pérdida irreparable de biodiversidad y el desplazamiento forzado de miles de personas», expuso su embajadora.

La representante propuso compartir información para mejorar la futura gestión del problema, desarrollar estrategias coordinadas de adaptación y mitigación, promover la investigación científica, trabajar en marcos legales que protejan los derechos de las personas desplazadas por el cambio climático y establecer un fondo regional para apoyar a los países más vulnerables.