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Bakú.- Las cumbres climáticas han logrado “importantes hitos” desde su inicio hace veintiocho años, pero ya no cumplen su función y la COP necesita “una reforma fundamental”, según el exsecretario general de ONU, Ban Ki-moon, la antigua jefa de clima de Naciones Unidas, Christiana Figueras, o el respetado científico Johan Rockström.

“Necesitamos un cambio del enfoque en negociaciones a la implementación, permitiendo que las COP cumplan con los compromisos acordados y aseguren la transición energética urgente y la eliminación gradual de la energía fósil”, señalan hoy en una carta abierta dirigida al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

Mejorar la selección de las presidencias de las cumbres

Los firmantes, entre los que también figuran la expresidenta de Irlanda Mary Robinson y la máxima responsable de la Fundación para los Estudios Progresistas Europeos Maria João Rodrigues, entre otros, no cuestionan los objetivos de la conferencia, al contrario.

Subrayan que “a pesar de algunas fallas y recursos limitados, el marco político global es científicamente riguroso, económicamente sólido y completo”.

“Sin embargo, este marco, por sí solo, no basta para resolver los problemas” porque “su estructura actual no puede entregar los cambios a la velocidad y escala exponenciales esenciales para asegurar un aterrizaje climático seguro para la humanidad”, agregan en una misiva transmitida a través del Club de Roma.

En ese sentido, plantean una serie de puntos que entienden necesarios para seguir adelante, que arrancan con una mejora en el proceso de selección de las presidencias de las conferencias de la cumbre climática de Naciones Unidas.

“Necesitamos criterios estrictos de elegibilidad para excluir a países que no apoyen la transición/eliminación de la energía fósil. Los países anfitriones deben demostrar un alto nivel de ambición para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París”, dicen.

El mensaje llega durante una COP celebrada en Bakú, donde el presidente azerí, Ilham Aliyev -cuyo país obtiene casi la mitad de su PIB del gas y el petróleo- dijo en la inauguración que los recursos naturales como combustibles fósiles son “un regalo de Dios”.

Optimizar el proceso de negociación

Los firmantes reclaman también optimizar el proceso de negociación para ganar “velocidad y escala” y piden que las cumbres climáticas, donde actualmente participan decenas de miles de personas, se transformen “en encuentros más pequeños, frecuentes y orientados a soluciones”.

Piden además mejorar “la implementación y la rendición de cuentas”, con “mecanismos que responsabilicen a los países por sus metas y compromisos climáticos”, y que se garantice “un seguimiento robusto de la financiación climática”.

Sugieren asimismo que se añada a la estructura “un órgano asesor científico permanente formalmente integrado en la estructura de la COP”, más allá del apoyo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y “reconocer las interdependencias entre pobreza, desigualdad e inestabilidad planetaria”.

“La estabilidad planetaria, ahora en grave riesgo, es imposible sin acciones decisivas en igualdad, justicia y reducción de la pobreza”, destacan.

Un representación “equitativa”

Por último, solicitan que las cumbres climáticas mejoren la “representación equitativa”, y critican que en la última edición de la conferencia climática, la COP28 de Dubái, celebrada también en un país rico en gas, como Emiratos Árabes Unidos, se acreditase a 2.456 cabilderos (lobistas) de los combustibles fósiles.

“El hecho de que hubiera muchos más cabilderos que representantes oficiales de instituciones científicas, comunidades indígenas y naciones vulnerables refleja un desequilibrio sistémico en la representación de las COP”, apuntan.

Los firmantes concluyen que es necesaria esa reforma para que las cumbres climáticas de la ONU puedan tomar “decisiones estratégicas, orientadas a la acción y responsables, que estén a la altura del desafío definitorio de nuestro tiempo”.