Washington.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, alertó este jueves de que la economía mundial corre el riesgo de quedarse estancada en una senda de bajo crecimiento y alto endeudamiento si los países no llevan a cabo las reformas para impulsar la liberalización y movilizar recursos para obtener financiamiento.
“La economía mundial corre el riesgo de quedarse estancada en una senda de bajo crecimiento y alto endeudamiento, lo que implica menores ingresos y menos empleos, menores ingresos públicos y, por lo tanto, menos inversión para apoyar a las familias y combatir los desafíos a largo plazo, como el cambio climático”, apuntó en una conferencia de prensa.
La economista búlgara resaltó que, en el marco de las reuniones anuales que celebran el FMI y el Banco Mundial (BM) estos días en Washington, las instituciones de Bretton Woods están pidiendo a los Gobiernos que lleven a cabo reformas para revertir la situación.
“Estamos proponiendo reformas para impulsar la liberalización y movilizar recursos internos para obtener financiamiento adecuado”, apuntó Georgieva.
La economía va bien, pero la gente no lo siente, según el FMI
El FMI presentó el pasado martes sus últimas previsiones de crecimiento y estimó que la economía global crecerá el 3,2 % este año, la misma cifra proyectada en julio, mientras que redujo una décima las de 2025, también al 3,2 %.
Georgieva afirmó que, aunque la economía mundial “se ha mantenido notablemente bien”, “la inflación sigue disminuyendo gracias a los esfuerzos concertados de los bancos centrales”, el crecimiento es positivo y las tasas de interés están bajando, “la gente no se siente bien con las perspectivas económicas”.
“A todos (los gobernantes) les pregunto cómo está su economía. La respuesta es buena. Pero, ¿cómo está el estado de ánimo de su gente? La respuesta no es tan buena. Las familias siguen sufriendo por los altos precios y el crecimiento mundial es anémico”, afirmó.
El crecimiento medio anual a cinco años, del 3,1 %, es “la perspectiva a mediano plazo más baja en décadas y el comercio ya no es un motor poderoso de crecimiento”.
“Vivimos en una economía global más fragmentada. Mientras tanto, la deuda pública va camino de superar los 100 billones de dólares este año, un máximo histórico, un equivalente al 93 % del PIB mundial y para 2030 esperamos que esa cifra se acerque al 100 % del PIB”, recordó.
El foco en la inflación, la deuda y el déficit
El FMI ha presentado a las autoridades económicas que están participando estos días en las reuniones en Washington la agenda de políticas globales de la institución en la que aparecen dos prioridades: asegurar un aterrizaje suave y salir de la senda de bajo crecimiento y alto endeudamiento.
Para lograr esto, señaló Georgieva, es necesario garantizar que la inflación vuelva a su objetivo en todas partes y que los bancos centrales “terminen el trabajo” y también “actuar sobre la deuda y los déficits”.
“Ahora es el momento de reconstruir los amortiguadores fiscales en la mayoría de los países, lo que se puede hacer gradualmente, pero es necesario comenzar ahora”, afirmó.
Por último, es crucial que los países “lleven a cabo reformas progresistas, desde la reducción de la burocracia hasta la mejora de la gobernanza”.
“Hemos visto que las reformas han sido una fuente de importantes beneficios en todos los países; nuestro análisis muestra que estas reformas pueden aumentar la producción hasta en un 8 % en 40 años en los países en desarrollo”, destacó.
En materia de comercio, añadió, “es importante proteger los beneficios de la integración económica”, frente a un mundo cada vez más fragmentado por los conflictos internacionales y los bloques económicos.