El aumento de la llegada de vacacionistas rusos en los primeros meses de este año ha significado un reimpulso a la industria turística de Cuba, uno de los principales sectores económicos de la isla caribeña.
En el primer trimestre del año más de 809.000 turistas arribaron al país, lo que significó un aumento del 7,5 por ciento en comparación con igual período de 2023, de acuerdo con un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Aunque Canadá sigue siendo el principal emisor de vacacionistas a Cuba, con casi 400.000 en el período, le siguió Rusia con un gran repunte con más de 66.000, cifra que duplica lo alcanzado en el pasado año.
Ese incremento del turismo ruso está asociado a la reanudación de los vuelos a la isla, suspendidos como consecuencia del conflicto con Ucrania y de las sanciones impuestas a Moscú por la Unión Europea y Estados Unidos con el cierre del espacio aéreo a los aviones rusos.
Antes de las sanciones y de la aparición de la pandemia del nuevo coronavirus se realizaban 18 vuelos semanales entre Cuba y Rusia.
Las operaciones aéreas entre los dos países se restablecieron en julio del pasado año, cuando la aerolínea Nordwind, comenzó a viajar hasta Varadero y Cayo Coco, dos de los polos turísticos de la nación caribeña.
Las frecuencias de vuelo aumentaron en diciembre último con la aerolínea Rossiya que ahora realiza dos viajes semanales entre La Habana y Moscú.
«Cuba está lista para recibir al menos 200.000 huéspedes rusos este año», dijo a inicios de este mes la consejera de Turismo de la Embajada de Cuba en Moscú, Cristina León, quien explicó que se negocia «aumentar el número de vuelos desde Rusia», así como «atraer a inversores y empresas hoteleras» del país eslavo al sector hotelero de la isla.
Desde noviembre último, los vacacionistas rusos pueden utilizar en Cuba la tarjeta de pago MIR, la que, de acuerdo con el ministro cubano de Turismo, Juan Carlos García, «llegó para quedarse».
En una reciente rueda de prensa convocada por la agencia rusa TASS, el ministro expresó la disposición de las autoridades cubanas de «crearle al cliente ruso muchas más facilidades».
«Uno de los retos que hemos vencido, porque podemos hoy anunciar resultados, es que los rusos puedan pagar en Cuba con rublos, lo que en la actualidad es un hecho», afirmó.
García expresó su deseo de que «próximamente, incluso estando yo al frente del Ministerio, lleguemos al medio millón de visitantes rusos».
Cuba recibió durante el año recién concluido 2,4 millones de turistas, una cifra por debajo de los 3,5 millones de vacacionistas planificados.
En un reciente diálogo con Xinhua, el investigador José Luis Perelló afirmó que «el entorno convulso del mundo» ha afectado el arribo de viajeros a Cuba, aunque consideró que el primer obstáculo para un mayor desarrollo del sector en la isla es el bloqueo impuesto por Estados Unidos hace más de seis décadas.
En uno de sus habituales análisis del sector, Perelló afirmó que el sector continúa enfrentando una de las crisis más profundas de los últimos 20 años ante la competencia de destinos cercanos que muestran indicadores de recuperación significativos como República Dominicana, Caribe mexicano, Jamaica, Bahamas y otros pequeños destinos caribeños.
El turismo es el principal aportador de divisas a la isla, después de la exportación de servicios médicos, y es considerado como un sector que «arrastra» a otras áreas de la economía local.
Turistas extranjeros pasean a bordo de un carruaje tirado por un caballo en La Habana, capital de Cuba, el 20 de abril de 2024. El aumento de la llegada de vacacionistas rusos en los primeros meses de este año ha significado un reimpulso a la industria turística de Cuba, uno de los principales sectores económicos de la isla caribeña.
Turistas extranjeros caminan por una calle en La Habana, capital de Cuba, el 20 de abril de 2024. El aumento de la llegada de vacacionistas rusos en los primeros meses de este año ha significado un reimpulso a la industria turística de Cuba, uno de los principales sectores económicos de la isla caribeña.
Turistas extranjeros pasean a bordo de un automóvil antiguo de la década de 1950, en La Habana, capital de Cuba, el 20 de abril de 2024. El aumento de la llegada de vacacionistas rusos en los primeros meses de este año ha significado un reimpulso a la industria turística de Cuba, uno de los principales sectores económicos de la isla caribeña.