La presidenta de la Unión Europea Ursula von der Leyen prometió el jueves que destinará miles de millones de euros para la recuperación de los países del centro del continente europeo que sufrieron enormes daños en la infraestructura y vivienda debido a las inundaciones que han cobrado la vida de 24 personas en la región.
Von der Leyen visitó rápidamente una región azotada por las inundaciones en el sureste de Polonia y se reunió con los dirigentes del gobierno de los países afectados: Polonia, Austria, República Checa y Eslovaquia.
Dijo que se dispondrá rápidamente de fondos para reparaciones procedentes del fondo de solidaridad de la UE, así como de 10.000 millones de euros del llamado fondo de cohesión para las reparaciones más urgentes. Dijo que no sería necesaria ninguna contribución de los países del bloque para liberar el dinero, y subrayó que en esta crisis era necesario actuar con rapidez.
Una ola de inundaciones masivas se ha desplazado por Europa Central y amenaza nuevas zonas. Las fuertes lluvias también provocaron inundaciones y la evacuación de unas 1.000 personas en la región septentrional italiana de Emilia-Romaña. En el centro del continente, el retroceso de las aguas puso de manifiesto la magnitud de la destrucción causada por las lluvias excepcionalmente intensas que comenzaron hace una semana.
El ministro del Interior checo, Vit Rakusan, informó de la muerte de una persona más el jueves en el noreste del país, lo que eleva a cinco el número de víctimas mortales. También hubo siete muertos en Polonia y Rumania, y cinco en Austria, con lo que el número total de víctimas mortales en los países afectados asciende ya a 24.
Las autoridades desplegaron tropas para ayudar. En el noreste de la República Checa, los soldados se unieron a los bomberos y otros equipos de emergencia para ayudar en las tareas de recuperación. Helicópteros del ejército distribuyeron ayuda humanitaria mientras los soldados construían puentes provisionales en lugar de los que habían sido arrastrados por las aguas.
Unas 400 personas seguían en centros de evacuación en la capital de la zona, Ostrava, y aún no podían regresar a casa. En el suroeste del país, cerca de la frontera con Austria, el nivel del agua había alcanzado un nivel extremo en el río Luznice, pero por el momento no era necesario evacuar a los 1.000 habitantes de Veseli nad Luznici, según las autoridades.
Las labores de limpieza también estaban en marcha en Austria, donde las inundaciones arrasaron carreteras y provocaron corrimientos de tierras y daños en puentes. Los bomberos y soldados bombeaban el agua y el barro de las casas y se deshacían de los muebles dañados, según declaró el portavoz del cuerpo de bomberos Klaus Stebal a la emisora ORF.
La gobernadora de la provincia de Baja Austria, Johanna Mikl-Leitner, declaró que se espera que la reconstrucción lleve años, según la Agencia de Prensa de Austria.
La empresa de transporte público de Viena ha tenido que bombear casi un millón de litros (260.000 galones) de agua desde el pasado fin de semana. Diez ciudades y zonas seguían siendo inaccesibles el jueves, informó APA.
En Hungría, el agua seguía subiendo el jueves y las autoridades cerraron carreteras, estaciones de tren y líneas de ferry en el río Danubio. En la capital, Budapest, el agua invadió los barrios más bajos de la ciudad y amenazaba con llegar a infraestructura de transportes como tranvías y líneas de metro. Algunos servicios de transporte se suspendieron.
Río arriba, en una región conocida como el Recodo del Danubio, viviendas y restaurantes junto a la orilla quedaron inundados mientras funcionarios y voluntarios seguían colocando sacos terreros para reforzar diques.
Se han movilizado casi 6.000 profesionales, incluidos miembros de la autoridad húngara de agua y el ejército, para asistir en los preparativos, indicó el primer ministro, Viktor Orbán, en una conferencia de prensa el jueves por la mañana. También se han movilizado reos de prisiones para ayudar a llenar sacos terreros, dijo Orbán.
El nivel del Danubio seguía subiendo y para el jueves por la mañana estaba en 771 centímetros, acercándose al récord de 891 centímetros registrado en las grandes inundaciones de 2013.
En el suroeste de Polonia, las crecidas llegaron a la ciudad de Breslavia y se esperaba que duraran muchas horas, incluso días, lo que aumentaba la presión sobre los diques.
Más lejos, en Italia, en torno a un millar de personas fueron evacuadas en la región norteña de Emilia-Romaña tras lluvias torrenciales y graves inundaciones durante la noche, según dijeron medios locales el jueves.
Los ríos anegaron tres de las provincias de la región —Rávena, Bolonia y Faenza— y los alcaldes locales pidieron a la gente que se mantuviera en pisos superiores o abandonaran sus casas.
Al menos 800 residentes de Rávena y casi 200 de la provincia de Bolonia pasaron la noche en refugios, escuelas y centros deportivos mientras los ríos locales se desbordaban.
Los trenes se suspendieron y las escuelas cerraron en las zonas afectadas, y se advirtió a la población que evitara los desplazamientos y trabajara desde casa si era posible.