Bogotá/Caracas/La Paz.- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, felicitó este martes a su homólogo estadounidense, Joe Biden, por la decisión de retirar a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, un gesto que, según él, representa «un gran avance», una posición que comparten Venezuela y Bolivia.
«EE.UU. tiene dos maneras de relacionarse con América Latina, o dialogando con la diversidad o imponiendo con la fuerza. Felicito a Biden que buscó siempre el diálogo con la diversidad latinoamericana. Levantar bloqueos así sea parcialmente es un gran avance», apuntó Petro en un mensaje en su cuenta de X.
El exmandatario y ahora presidente electo de EE.UU., Donald Trump, introdujo a Cuba en esta lista, que conlleva severas sanciones, durante su primer mandato por la petición del entonces presidente colombiano, Iván Duque, que consideraba que La Habana estaba dando refugio a terroristas.
Petro, por su parte, también aprovechó su pronunciamiento para cuestionar el hecho de no obtener una invitación a la posesión del presidente electo de EE.UU.
«Cuestiono que a la posesión de Trump vaya solo la extrema derecha, invitada por él, o como en el caso colombiano, por su partido, incluso la extrema derecha manchada con las masacres. No quieren hablar con la diversidad y, por tanto, quieren imponer», dijo.
Venezuela también se pronuncia
En la misma línea, Venezuela celebró la medida, aunque la calificó de «limitada», al tiempo que instó al levantamiento «inmediato» del bloqueo económico que, según argumentan, ha afectado profundamente al pueblo cubano durante más de 60 años.
En un comunicado difundido mediante Telegram por el canciller venezolano, Yván Gil, el país caribeño destacó la decisión de Washington, y consideró que la «injusta» designación contra la isla «jamás debió aplicarse».
«Este paso, aunque positivo, debe ir acompañado del levantamiento inmediato del bloqueo económico, comercial y financiero que por más de 60 años ha afectado profundamente al pueblo cubano y ha sido rechazado por la comunidad internacional», añadió Gil en la nota.
Además, Venezuela exigió a Estados Unidos «respeto pleno a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, el cese del hostigamiento político y económico contra Cuba, y el fin de todas las sanciones unilaterales que violan la soberanía de los pueblos».
Arce celebra la decisión
Por su parte, el presidente de Bolivia, Luis Arce, también expresó su apoyo a la decisión de Biden frente a Cuba, considerándola «un paso importante» en el camino hacia la eliminación del embargo económico contra la isla.
«La razón, la verdad y la justicia se han impuesto. El gobierno de los Estados Unidos ha retirado a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, en la cual fue incluida de manera unilateral, arbitraria e infame en 2021», escribió Arce en sus redes sociales.
Para el mandatario boliviano, esta decisión «no solo es un reconocimiento a la soberanía y la persistente lucha del pueblo cubano, también marca un paso importante para avanzar en la impostergable eliminación del bloqueo económico, financiero y comercial implantado durante más de seis décadas por los Estados Unidos».
Arce, que es aliado político del Gobierno de Miguel Díaz-Canel, aseguró que el pedido del fin del bloqueo «ha sido aprobado mediante resolución en reiteradas ocasiones en la Asamblea General de las Naciones Unidas por la inmensa mayoría de los países del mundo».
«La verdadera paz y justicia social solo puede lograrse a través del respeto mutuo, la no injerencia y el reconocimiento de la soberanía de nuestros pueblos», concluyó.
La decisión de Biden de retirar a Cuba de la lista terrorista
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, retiró este martes a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, a menos de una semana de la posesión de Donald Trump, quien en su primer mandato colocó a la isla en ese listado que conlleva severas sanciones.
Biden tomó esta decisión para propiciar la liberación de varios presos cubanos como parte de un proceso que cuenta con la mediación del Vaticano, informaron a la prensa altos cargos de la Administración estadounidense.
El mandatario saliente suspendió también la capacidad de los ciudadanos estadounidenses de demandar en tribunales de Estados Unidos la expropiación de sus propiedades en Cuba y levantó algunas sanciones financieras.