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Buenos Aires.- Estudiantes universitarios argentinos marcaron este martes una nueva jornada de lucha con nuevas tomas de universidades a modo de protesta contra el veto del presidente Javier Milei de la ley de financiación universitaria.

Los estudiantes ya han tomado más de 40 facultades, pertenecientes a 15 universidades distintas y en numerosas provincias del país, mientras deciden en asambleas cómo continuarán sus manifestaciones en rechazo a la decisión del presidente de vetar un mecanismo de ajuste para las universidades públicas en base al índice de inflación.

En contra de la decisión del presidente

En este contexto, los alumnos han llevado a cabo en las últimas horas clases públicas en la calle y convocado manifestaciones en distintos puntos del país.

“Desde principio de año venimos alertando la baja de presupuesto. La facultad se sostiene por una gran mayoría de docentes ad honorem, mientras que otros cobran por debajo de la línea de pobreza entre unos 124.000 a 150.000 pesos (entre 124 y 150 dólares mensuales)”, dijo a EFE Martina Rapascioli, estudiante de la Facultad de Psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA), que permanece tomada.

“La universidad pública funciona con millones de personas precarizadas y salarios de pobreza. Además, el presidente quiere venir y proponer auditorías creyendo que la UBA tiene plata de más. Los estudiantes sabemos cómo se nos caen las aulas a pedazos”, agregó la joven.

En paralelo con la movilización estudiantil, personal docente y no docente de las universidades públicas argentinas también protesta desde hace días contra la decisión de Milei.

Declaraciones de Milei

El presidente de Argentina, Javier Milei, afirmó este martes que “no está en discusión” la universidad pública y no arancelada.

“No está en discusión la universidad pública y tampoco está en discusión que sea no arancelada”, dijo Milei en una entrevista en el canal LN+.

“Nosotros lo que queremos discutir es que sean auditadas”, agregó el mandatario.

Milei vetó recientemente una ley que garantizaba una mayor financiación para las universidades públicas nacionales, a las que acuden cerca de 2 millones de estudiantes, lo que ha profundizado el conflicto entre el Gobierno y profesores, alumnos y autoridades de las casas de altos estudios.

El presidente argentino agregó el sábado pasado en un acto que “la universidad pública nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta y los ricos y la clase media alta” y que “el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres hacia los ricos, cuyos hijos son los únicos que llegan a la universidad”.

Milei insiste en que la universidad se audite

Este martes, Milei asistió al estudio de televisión, donde insistió que “está fuera de discusión” la universidad pública y que sea no arancelada, pero aclaró que “gratuita no es” porque “alguien la está pagando. La pagan los que no van. El que va es un beneficiario neto. El que no va es pagador neto. Gratis no es”.

Milei cuestionó a quienes se niegan a que las universidades públicas se sometan a una auditoría. “Si no quiere ser auditado, es porque es un chorro (ladrón)” y afirmó que no quieren ser auditados “porque la política utiliza las universidades para financiarse”, comentó.

“Todo este revuelo (por las tomas de las universidades) es tomar una causa noble como es la causa de la universidad pública no arancelada” y “ocultar los curros de los delincuentes”, dijo Milei, porque sospecha que el presupuesto universitario sin control se utiliza para financiar a dirigentes políticos que fogonean estas protestas.

Respecto del Presupuesto 2025 que se debate en el Congreso, donde el Ejecutivo propone la mitad de los recursos que piden las universidades, Milei afirmó que “si los diputados deciden darle esa partida a las universidades”, “tienen que bajar otra partida”, porque “el déficit (fiscal) cero no se negocia”.

La Federación Nacional de Docentes Universitarios citó para este jueves a un paro de 24 horas, en una convocatoria que reza que “se profundiza el plan de lucha” porque “con docentes y no docentes bajo la línea de pobreza, no hay universidad posible”.