NUEVA DELHI —
¿Qué pasa cuando el hijo del hombre más rico de Asia se va a casar?
Su padre organiza una fiesta prenupcial de tres días, cuatro meses antes de la ceremonia.
Magnates de distintas partes del mundo, jefes de Estado, así como estrellas de Hollywood y Bollywood arribaron a la pequeña ciudad de Jamnagar, en el oeste de la India, el viernes donde el empresario multimillonario Mukesh Ambani dio el banderazo de salida a la celebración de la boda de su hijo menor.
La lista de invitados de casi 1.200 personas incluye a la superestrella del pop Rihanna, a Bill Gates, Mark Zuckerberg, Sunder Picha, Ivanka Trump y la celebridad de Bollywood, Shah Rukh Khan.
Todas las miradas están puestas en Anant Ambani, de 28 años, y su novia Radhika Merchant, de 29, que se casarán en julio. Radhika es hija de Viren Merchant, director general de Encore Healthcare Pvt. Ltd., y de la empresaria Shaila Merchant.
Este tipo de celebraciones siguen la tradición de la familia Ambani de celebrar fiestas fastuosas y por todo lo alto, al tiempo que ponen de manifiesto la influencia económica y política del multimillonario indio.
Mukesh Ambani, de 66 años, es actualmente el 10mo hombre más rico del mundo, con un patrimonio neto de 115.000 millones de dólares, según Forbes. También es la persona más adinerada de Asia.
Reliance Industries es un enorme conglomerado con unos ingresos anuales de más de 100.000 millones de dólares, con intereses que van desde la petroquímica y el petróleo y el gas hasta las telecomunicaciones y el comercio minorista.
La fiesta prenupcial de tres días ofrece un pequeño vistazo de la opulencia que se espera en la boda de julio.
Los Ambani la celebrarán en Jamnagar, ciudad natal de la familia, de unos 600.000 habitantes situada en una zona casi desértica del estado de Gujarat, donde también tienen la principal refinería de petróleo de la empresa.
Los invitados se vestirán con atuendos de temática selvática para visitar un centro de rescate de animales dirigido por el futuro novio, Anant. Conocido como “Vantara” o “Estrella de la selva”, este centro de 1.200 hectáreas (3.000 acres) alberga animales maltratados, heridos y en peligro de extinción, sobre todo elefantes.
La invitación también dice que los huéspedes empezarán cada día con un nuevo código de vestimenta, con tablones de anuncios y un ejército de peluqueros, maquilladores y diseñadores de ropa india en su hotel para ayudarles a prepararse.
También habrá ceremonias hindúes tradicionales en un complejo de templos.