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El gobierno de Estados Unidos envió a unos 50 haitianos de regreso a su país el jueves, informaron autoridades, lo que supone el primer vuelo de deportación en varios meses a la nación caribeña que lidia con la creciente violencia de las pandillas.

El Departamento de Seguridad Nacional informó en un comunicado que “seguirá implementando las leyes y políticas de Estados Unidos a lo largo del estrecho de Florida y de la región del Caribe, así como en la frontera suroeste. La política de Estados Unidos es devolver a los no ciudadanos que no establezcan una base legal para permanecer en Estados Unidos”.

Las autoridades no ofrecieron detalles del vuelo más allá de cuántos haitianos deportados iban a bordo.

Thomas Cartwright, de Witness at the Border, un grupo activista que monitorea los datos de vuelos, dijo que un avión despegó de Alexandria, Luisiana, un centro de operaciones de deportación, y aterrizó en Cabo Haitiano, Haití, tras una escala en Miami.

Marjorie Dorsaninvil, ciudadana estadounidense, dijo que su prometido haitiano, Gerson Joseph, la llamó llorando desde el aeropuerto de Miami el jueves por la mañana para decirle que había sido deportado en un vuelo con destino a Cabo Haitiano junto a otros haitianos y más personas de otros países, incluidas las Bahamas.

Prometió llamarla cuando aterrizara, pero no lo había hecho para el jueves por la noche.

Joseph vivió en Estados Unidos durante más de 20 años y tiene una hija de 7 años que cuenta con ciudadanía estadounidense con otra mujer. Tenía una orden de deportación que se remontaba a 2005, tras perder una solicitud de asilo que su abogado, Philip Issa, dijo que había sido resultado de una mala representación legal en aquel momento. Aunque Joseph no había sido deportado anteriormente, su abogado pretendía que se anulara esa orden.

Joseph fue declarado culpable de robo y allanamiento, y le ordenaron pagar una indemnización de 270 dólares, de acuerdo con Issa. Había estado detenido desde el año pasado.

Dorsaninvil dijo que su prometido no tiene a “nadie” en Haití. “Es devastador para mí. Estábamos planeando una boda y ahora se ha ido”, señaló.

Más de 33.000 personas huyeron de la capital de Haití en un periodo de menos de dos semanas cuando las pandillas comenzaron a saquear las viviendas y a atacar las instituciones estatales, de acuerdo con un reporte publicado el mes pasado de la Organización Internacional para las Migraciones. La mayoría de esas personas desplazadas viajaron al sur de Haití, que generalmente es pacífico en comparación con Puerto Príncipe, que tiene una población estimada de 3 millones de habitantes y se encuentra en gran parte paralizada por la violencia de pandillas.

La Policía Nacional de Haití no cuenta con el personal suficiente y se ha visto abrumada por las pandillas, las cuales cuentan con poderosos arsenales. Muchos hospitales suspendieron las operaciones en medio de una escasez de suministros médicos.

Estados Unidos operó un vuelo de deportación al mes con destino a Haití desde diciembre de 2022 hasta enero de este año, según Witness at the Border. Señaló que los vuelos de deportación eran frecuentes luego de que un campamento de 16.000 migrantes, la mayoría de ellos haitianos, se congregó en las riberas de los ríos en Texas en septiembre de 2021, pero se volvieron inusuales a medida que menos haitianos cruzaban ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos.

Hubo 286 arrestos de haitianos tras cruzar la frontera sur de Estados Unidos durante los primeros tres meses del año, menos del 0,1% de los más de 400.000 arrestos entre todas las nacionalidades. Más de 150.000 personas han ingresado a Estados Unidos de manera legal desde enero de 2023 en virtud de poderes presidenciales para permitir la entrada por cuestiones humanitarias, y muchos otros llegaron legalmente utilizando un sistema de citas por internet en los cruces terrestres con México llamado CBP One.

El Departamento de Seguridad Nacional dijo el jueves que estaba “monitoreando la situación” en Haití. La Guardia Costera repatrió a 65 haitianos que fueron detenidos en el mar frente a la costa de las Bahamas el mes pasado.

Haitian Bridge Alliance, un grupo defensor de migrantes, pidió que se suspendieran los vuelos de deportación hacia Haití, y señaló el jueves que Estados Unidos estaba “condenando a sabiendas a los más vulnerables, que acudieron a nosotros en su momento de necesidad, a un peligro inminente”.