La Corte Suprema protegió el jueves por unanimidad el acceso a una píldora abortiva que fue usada en casi dos tercios de todos los abortos en Estados Unidos el año pasado, en la primera decisión de la corte relacionada con el aborto desde que la mayoría conservadora anuló el fallo Roe vs. Wade hace dos años.
Los magistrados determinaron que los opositores al aborto carecían del derecho a demandar a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) por haber aprobado la píldora, la mifepristona, y por haber tomado medidas para facilitar el acceso.
El caso había amenazado con restringir el acceso a la mifepristona en todo el país, incluso en estados donde el aborto sigue siendo legal.
El juez Brett Kavanaugh escribió para el tribunal que “los tribunales federales son el foro equivocado para abordar las preocupaciones del demandante sobre las acciones de la FDA”. Kavanaugh formó parte de la mayoría que anuló el fallo Roe vs. Wade.
El alto tribunal considera por separado otro caso relacionado con el aborto para decidir si una ley federal sobre el tratamiento de emergencia en hospitales anula las prohibiciones estatales al aborto en casos de emergencia poco frecuentes, en los que la salud de una paciente embarazada está en riesgo grave.
Más de 6 millones de personas han usado la mifepristona desde el año 2000. Este medicamento bloquea la hormona progesterona y prepara al útero para responder al efecto del misoprostol, un segundo medicamento que provoca contracciones. Este régimen de dos medicamentos se ha utilizado para interrumpir un embarazo de hasta las 10 semanas de gestación.
Los proveedores de atención sanitaria han dicho que si la mifepristona deja de estar disponible o si es muy difícil de obtener, usarían únicamente el misoprostol, que es un poco menos eficaz para interrumpir el embarazo.
El gobierno del presidente Joe Biden y los fabricantes de medicamentos han advertido que alinearse con los opositores al aborto en este caso podría socavar el proceso de aprobación de medicamentos por parte de la FDA más allá del contexto del aborto, al invitar a los jueces a cuestionar los juicios científicos de la agencia. El gobierno demócrata y los laboratorios Danco, con sede en Nueva York, fabricantes de la mifepristona, afirmaron que el medicamento es uno de los más seguros que la FDA haya aprobado.
Grupos a favor del derecho al aborto aplaudieron el fallo.
Nancy Northup, presidenta y directora ejecutiva del Centro para los Derechos Reproductivos, manifestó su alivio por la decisión, pero también expresó su frustración por el hecho de que el caso haya llegado a los tribunales, calificándolo como “carente de méritos”.
“Por desgracia, los ataques contra las píldoras abortivas no se detienen aquí; el movimiento antiaborto sabe lo importantes que son las píldoras abortivas en el mundo tras el fallo en el caso Roe, y está empecinado en interrumpir el acceso a ellas”, añadió.
Mini Timmaraju, presidenta y directora ejecutiva de Reproductive Freedom for All (Libertad reproductiva para todos), un grupo nacional a favor del derecho al aborto, expresó sentimientos similares. Al tiempo que manifestó su alivio, también dijo, “este impulso infundado de bloquear el acceso al aborto nunca debió haber sido escuchado por el tribunal en primer lugar”.
El presidente Joe Biden celebró la decisión, reafirmando la seguridad y eficacia de la mifepristona, pero dijo, haciendo eco del lenguaje de muchos grupos defensores del derecho al aborto, que el fallo “no cambia el hecho de que el derecho de una mujer a obtener el tratamiento que necesita está en riesgo en muchos estados, cuando no es imposible”.
Advirtió que los ataques contra los medicamentos abortivos continuarán.
“Los riesgos no pueden ser más altos para las mujeres de todo Estados Unidos”, dijo.