Brasilia.- El Gobierno de Brasil analizó este miércoles con empresarios del sector siderúrgico la respuesta que dará el país a los aranceles del 25 % aplicados por Estados Unidos al acero y al aluminio, que pudiera pasar por la «reciprocidad», y dijo que evalúa «contrarrestar sus efectos nocivos» ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
«En defensa de las empresas y los trabajadores brasileños, y en línea con su tradicional apoyo al sistema multilateral de comercio, el Gobierno brasileño considera injustificable y equivocada» esa medida, dice una nota oficial divulgada tras la entrada en vigor de los aranceles anunciados por el presidente de EE.UU., Donald Trump.
La nota sostiene que esa «imposición de barreras unilaterales», aplicadas a todos los exportadores de acero y aluminio, «afectan el comercio entre Brasil y Estados Unidos, sobre todo por el histórico de cooperación e integración económica entre ambos países».
Los mecanismos de solución de controversias de la OMC, sin embargo, están virtualmente paralizados por trabas impuestas por Trump durante su primer mandato (2017-2021), que no fueron solucionadas durante la gestión de su sucesor y ahora expresidente Joe Biden.
La industria de Brasil, «preocupada»
«La industria está preocupada» y la respuesta a la medida dictada por el presidente estadounidense, Donald Trump, que entró en vigor este mismo miércoles, se tratará «sobre la base de la reciprocidad», dijo el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, a periodistas.
El ministro fue cauto y consideró que la decisión de Estados Unidos no tiene «nada» contra Brasil, pues afecta a todos los exportadores de acero y aluminio en el mundo, aunque admitió que tendrá algún tipo de «repercusión doméstica».
Haddad apuntó que Brasil ya ha entablado conversaciones con las autoridades estadounidenses a fin de que la medida se revise en el caso de la industria nacional, tal como ocurrió durante el primer mandato de Trump, cuando se fijó una cuota para las exportaciones brasileñas de acero y aluminio.
Brasil es uno de los mayores exportadores de acero hacia Estados Unidos, junto con Canadá y México.
El año pasado, exportó hacia el mercado estadounidense unas cinco millones de toneladas, por un valor cercano a los 3.000 millones de dólares.
Golpe para la industria doméstica de Brasil
En la economía doméstica de Brasil, los aranceles establecidos por Trump representan un fuerte golpe, sobre todo en el caso del acero, aunque sectorial y limitado a la industria siderúrgica.
Sin embargo, el desbarajuste comercial global generado por esas medidas puede impactar a toda la economía brasileña, disminuir el ingreso de dólares y presionar aún más una inflación que está al alza desde hace meses y ya llega al 5,06 % interanual.
Pese a esa situación, Haddad insistió en que «la mesa de negociación» con Estados Unidos está abierta y sostuvo que Brasil tiene «argumentos muy consistentes» para intentar revertir esa medida.
Uno de ellos, es que la balanza comercial bilateral, cifrada en unos 80.000 millones de dólares el año pasado, dejó un superávit de unos 2.000 millones de dólares en favor de Estados Unidos.
El vicepresidente y ministro de Industria y Comercio de Brasil, Geraldo Alckmin, esgrimió ese y otros factores en una conversación que tuvo la semana pasada con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick.
Según dijo Alckmin tras esa primera conversación, el diálogo «está abierto» y existe el compromiso de mantener los contactos, a fin de encontrar una solución satisfactoria para ambos lados.