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Washington.- El futuro presidente de EE.UU., Donald Trump, ya ha empezado a seleccionar su equipo con el nombramiento de una veintena de personas que comparten un perfil común: lealtad absoluta a su visión, una buena presencia en televisión y firme respaldo a sus medidas más polémicas, como las deportaciones masivas.

Algunos de estos nombramientos deberán ser confirmados por el Senado, donde los republicanos tendrán a partir de enero una mayoría de 53 escaños que podría verse afectada por disidencias internas. Ante ese escenario, Trump ya ha adelantado que tratará de evitar esa cámara y hacer nombramientos unilaterales.

Hasta ahora, las personas elegidas por Trump incluyen:

Susie Wiles, jefa de Gabinete

Hará historia como la primera mujer en ejercer el cargo de jefa de gabinete. Con una vasta experiencia en la política de Florida, Wiles dirigió la campaña de Trump en ese estado en 2016 y, en estos comicios, fue la responsable de una estrategia presidencial que muchos consideran más sofisticada y disciplinada que en anteriores ocasiones.

Stephen Miller, subdirector de política de la Casa Blanca

Fue el arquitecto de las políticas de separación de familias migrantes y la prohibición de entrada a personas de países de mayoría musulmana durante el primer mandato de Trump. Ahora es el ideólogo de los planes de deportaciones masivas. Es autor de polémicas frases como «Estados Unidos para los estadounidenses y solo para los estadounidenses».

Matt Gaetz, fiscal general

Es uno de los legisladores más fieles a Trump en el Congreso. Su nombramiento es de los más sorprendentes y hay dudas de que pueda ser confirmado por un Senado que dominan los republicanos. Siempre polémico, fue acusado de tráfico sexual de una menor y está siendo investigado por ello por el Comité de Ética de la Cámara de Representantes, así como por uso de drogas.

Marco Rubio, secretario de Estado

Senador por Florida desde 2011, Marco Rubio, de origen cubano, es considerado un «halcón» en política exterior: defensor de una línea dura frente a China e Irán, así como de sanciones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. Aunque ahora es leal al expresidente, ambos mantuvieron una rivalidad intensa durante la contienda por la nominación presidencial republicana en 2016, que finalmente ganó Trump.

Elon Musk, director de eficiencia gubernamental

Propietario de SpaceX, Tesla y de la red social X, es la persona más rica del mundo. Antiguo crítico de Trump, ha sido uno de sus mayores donantes en la campaña presidencial y ahora dirigirá, junto al empresario Vivek Ramaswamy, un organismo dedicado a la eficiencia gubernamental. Ha prometido recortar un tercio del presupuesto federal.

Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional

Gabbard fue durante una década una destacada aunque cada vez más polémica militante del Partido Demócrata. Tras su paso por el Congreso compitió en las primarias presidenciales del 2020 confrontando a la ahora vicepresidenta, Kamala Harris. En 2022 abandonó el partido y empezó a abrazar tesis conservadoras de la mano de Fox News hasta llegar a la órbita de Trump.

John Ratcliffe, director de la CIA

Director de Inteligencia Nacional durante el primer mandato de Trump, Ratcliffe es también un excongresista al que el magnate ha definido como un «guerrero». Ratcliffe puso a China entre ceja y ceja de la inteligencia denunciando la doble vara de medir de los espías estadounidenses entre el gigante asiático y Rusia o Irán.

Elise Stefanik, embajadora ante la ONU

Llegó al Congreso con un perfil de legisladora moderada de Nueva York, pero se radicalizó con la llegada de Trump y ascendió en el liderazgo republicano. Tras el estallido de la guerra en Gaza, Stefanik elevó su perfil de defensora de Israel convirtiéndose en un azote de los estudiantes propalestinos y de las universidades.

Pete Hegseth, jefe del Pentágono

Presentador de Fox News, es una elección poco convencional para dirigir las Fuerzas Armadas más poderosas del mundo. Sin experiencia internacional, Hegseth es veterano de las guerras de Irak y Afganistán y ha expresado su oposición a los programas «woke» que promueven la equidad y la inclusión.

Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional

Gobernadora de Dakota del Sur, sonó como posible vicepresidenta de Trump pero sus opciones se evaporaron tras confesar que había matado a tiros a un cachorro. Ha defendido causas de ultraderecha como políticas contra los derechos trans y envió tropas de la Guardia Nacional a Texas para apoyar la militarización fronteriza.

Thomas Homan, zar de la frontera

Estuvo al frente de la agencia de migración (ICE) durante el primer mandato de Trump y fue el encargado de deportaciones en el Gobierno de Barack Obama. También participó en la política de separación de familias y ha prometido más redadas en centros de trabajo para detener a indocumentados, abriendo la puerta al uso de militares.