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Delta Airlines instó el viernes al gobierno de Estados Unidos a permitir que la aerolínea continúe su asociación con Aeroméxico, al indicar que de otra forma tendría que cancelar casi dos decenas de rutas.

El Departamento de Transporte de Estados Unidos (USDOT, por sus siglas en inglés) dijo el mes pasado que había decidido tentativamente no renovar un acuerdo de inmunidad antimonopolio de Delta que abarca su asociación con Aeroméxico, ante la decisión del gobierno mexicano de aplicar cambios radicales en el principal aeropuerto de la capital del país latinoamericano.

El acuerdo de inmunidad permite a las aerolíneas vender asientos en los vuelos de ambas en virtud de un compromiso de código compartido. Delta y Aeroméxico ofrecerán más de 90 vuelos diarios entre los países este año bajo este acuerdo.

Delta advierte que aumentarían precios de tarifas y disminuiría oferta de vuelos

Delta dijo en un documento enviado al USDOT que si se deshace la asociación de siete años “casi dos docenas de rutas entre Estados Unidos y México estarían en riesgo de cancelación”, y al menos otras 10 rutas podrían tener aviones más pequeños y menos asientos.

La aerolínea afirmó que las tarifas aumentarían y que “800 millones de dólares en beneficios anuales para el consumidor se evaporarían. Se perdería un número sustancial de empleos en ambos lados de la frontera”.

Delta previó además que 1.8 millones de asientos de ida y vuelta en vuelos transfronterizos, que representan 4 por ciento del total, estarían en riesgo si se deshace la asociación.

Molestan en Washington medidas en el AICM

El Departamento de Transporte no hizo comentarios de inmediato el viernes, pero dijo el mes pasado que el plan de no renovar la exención antimonopolio de la asociación es el resultado de cambios realizados por México.

Las autoridades mexicanas trasladaron vuelos de carga desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el más transitado del país, a una terminal más nueva en las afueras de la capital, cuya construcción fue ordenada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El Departamento del Transporte estadunidense, que durante mucho tiempo ha mostrado descontento con la asignación de franjas horarias en el aeropuerto, consideró que las medidas del gobierno mexicano perjudican a los transportistas existentes y a posibles nuevos participantes en el mercado.

El USDOT ha declarado que las aerolíneas tienen tentativamente hasta el 26 de octubre para cerrar su asociación.

Delta dijo que el “razonamiento del USDOT debe basarse en evidencia, no en afirmaciones no corroboradas” y argumentó que el gobierno estadunidense debería ofrecer una explicación más detallada “antes de ejecutar una acción drástica, dañina y sin precedentes”.

Autoridades y transportistas estadunidenses se han opuesto a las acciones tomadas por el gobierno mexicano, que según ha reconocido López Obrador tienen como objetivo aumentar el bajo tráfico en el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

Funcionarios estadunidenses dijeron el mes pasado que conversaron con sus homólogos mexicanos de alto rango sobre las decisiones, calificadas por el USDOT como “fundamentalmente incompatibles con el acuerdo bilateral de servicios aéreos existente y las normas internacionales”.