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Washington. El presidente estadunidense Joe Biden dijo el viernes a los gobernadores del país que está analizando cuáles son los decretos que puede utilizar para acotar la migración a través de la frontera sur, después de que un acuerdo bipartidista fracasó este mes en el Congreso.

Biden recibió a los miembros de la Asociación Nacional de Gobernadores en la Sala Este de la Casa Blanca, donde les pidió instar a sus representantes en el Congreso a que revivan la propuesta bipartidista que colapsó en apenas 48 horas. También criticó duramente a los republicanos por retirarse del acuerdo después de que el expresidente Donald Trump cabildeó en oposición al mismo.

“Con el paso del tiempo, nuestras leyes y recursos no se han mantenido al día con nuestro sistema migratorio y éste está dañado”, dijo Biden a los gobernadores, y se lamentó de que “hayan intervenido políticas mezquinas” para acabar con el acuerdo.

Más tarde, en una sesión privada de preguntas y respuestas con los gobernadores, indicó que estaba analizando cuáles eran sus opciones para hacer algo mediante un decreto.

Entre las acciones que Biden contempla está invocar las autoridades descritas en la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que dan al presidente una amplia libertad para bloquear la entrada de ciertos migrantes a Estados Unidos si ello “perjudica” los intereses nacionales.

Trump, el más probable candidato presidencial republicano, utilizó repetidamente los poderes de la Sección 212(f) durante su presidencia, como en su controvertida restricción a los viajeros de países de mayoría musulmana. Biden rescindió esa prohibición el primer día de su mandato mediante un decreto.

Actualmente se analiza cómo utilizaría Biden ese poder para afrontar su propio problema de inmigración, y podría usarse en varias formas, de acuerdo con tres personas familiarizadas con las discusiones.

Por ejemplo, las restricciones podrían entrar en vigor cuando los cruces fronterizos alcancen cierta cantidad. Esto es similar a una disposición del acuerdo fronterizo del Senado, que habría activado la expulsión de migrantes si el número de cruces fronterizos ilegales llegaba a más de 5.000 diarios en promedio durante cinco días.

Las personas familiarizadas con las conversaciones hablaron con The Associated Press bajo la condición del anonimato para comentar sobre las discusiones en curso en la Casa Blanca.