En un día como cualquier otro, la señora Quisqueya Medina, de 80 años, viuda y residente del barrio Nuevo Amanecer, ubicado en el kilómetro 18 de la Autopista Duarte, Santo Domingo, se levantó temprano el pasado 14 de marzo con la esperanza de recibir buenas noticias. Acompañada de su vecina, se dirigió al Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (CONAPE) para averiguar si su pensión había sido aprobada y, además, realizar otras solicitudes relacionadas con su bienestar.
Lo que comenzó como una mañana común se transformó en un momento de profunda emoción para la señora Medina. Al presentar su cédula de identidad en el área de atención al usuario, uno de los colaboradores de CONAPE, con una sonrisa, le comunicó que su pensión había sido aprobada. La reacción de Quisqueya fue inmediata: su rostro, que reflejaba expectación, se iluminó con una alegría que no pudo contener. Sus ojos se aguaron ante la noticia que tanto había esperado durante años.
«Es un regalo de Dios», exclamó Quisqueya, mientras su vecina, que la acompañaba, también rebosaba de felicidad. Ambas agradecieron con gratitud a Dios y a CONAPE por esta buena nueva, que representaba no solo un alivio económico, sino también una verdadera bendición para su vida.
Antes de recibir la noticia, el personal de atención se encargó de acomodar a Quisqueya y a otros envejecientes en el salón de espera, un espacio donde los adultos mayores pueden relajarse y ser atendidos con amabilidad. Durante su estadía, se les ofrece café o chocolate caliente, desayuno, y se les pregunta si han tomado sus medicamentos, como parte de la atención integral que se brinda a las personas de la tercera edad.
De acuerdo con la encargada de Atención al Usuario, licenciada Mirna Tavárez, CONAPE recibe diariamente entre 350 y 380 adultos mayores, quienes acuden en busca de diferentes tipos de asistencia, tales como medicamentos, raciones alimenticias, ayuda legal, dispositivos de apoyo para caminar y otros servicios esenciales para mejorar su calidad de vida. Para muchas de estas personas, el contacto con la institución representa un acto de esperanza y cuidado que va más allá de lo administrativo; es un gesto de humanidad y solidaridad.
Es importante señalar que los beneficiarios de pensiones solidarias deben dirigirse a la Dirección General de Jubilaciones y Pensiones para oficializar la entrega de su pensión, donde recibirán los detalles necesarios para completar el proceso y acceder a los beneficios correspondientes.
La historia de Quisqueya Medina es solo un ejemplo del impacto positivo que tienen las instituciones como CONAPE en la vida de los adultos mayores, quienes, como ella, merecen ser atendidos con respeto y amor. Esta grata noticia no solo representa un apoyo económico, sino también un recordatorio de que la vejez no debe ser sinónimo de olvido, sino de dignidad y bienestar.
El 14 de marzo también fue un día de dicha para otros envejecientes de varias regiones del país, quienes se enteraron de la aprobación de sus pensiones al llamar al Call Center. La coordinadora del centro de llamadas, señora Rosa Polanco, fue testigo de la emoción que sintieron al recibir la grata noticia.
Cabe destacar que CONAPE, con el apoyo del presidente Luis Abinader, trabaja para un futuro donde las personas mayores vivan con dignidad, respeto y oportunidades para desarrollarse plenamente en una sociedad más equitativa. En 2024, se gestionaron 10,681 pensiones solidarias, proporcionando un ingreso básico que les garantiza una vida más digna y segura.
Fuente: Conape