«Bienvenidos a la Luna».
Estas fueron las palabras del director ejecutivo de Intuitive Machines, Steve Altemus, tras el alunizaje con éxito del módulo lunar Odysseus (Odiseo).
El vehículo espacial, también llamado módulo de aterrizaje Nova-C, tocó suelo en nuestro satélite el jueves, una semana después de su lanzamiento.
«Houston, Odysseus ha encontrado su nuevo hogar», respondió Tim Crain, director de tecnología de la empresa, entre celebraciones de los operarios en la torre de control
Desde allí se retransmitió en directo la operación, aunque se cortó la comunicación en los últimos segundos antes del aterrizaje y se llegó a pensar que éste había fallado.
Un alunizaje histórico
Se trata de la primera nave desarrollada por una empresa privada que aterriza en la Luna y también la primera estadounidense en lograrlo en más de 50 años, desde el célebre programa Apolo y su última misión: la del Apolo 17 en 1972.
Bill Nelson, director de la NASA, calificó el logro como «un gran salto para toda la humanidad», emulando las palabras de Neil Armstrong, la primera persona que pisó la Luna en 1969.
El Odiseo se lanzó al espacio el pasado 9 de febrero a bordo de un cohete SpaceX Falcon y durante los siguientes días recorrió casi un millón de kilómetros hasta alcanzar la órbita de la Luna.
Antes del alunizaje se tuvo que reajustar varias veces la hora exacta en la que la nave tocaría suelo.
Aterrizó cerca de un cráter llamado Malapert A, ubicado en el entorno de la región del polo sur del satélite.
El alunizaje en ese lugar específico representaba un importante desafío técnico, dada la complejidad de las maniobras de descenso y la precisión requerida para aterrizar en un área de interés científico.
La región del polo sur de la Luna es desde hace mucho tiempo foco de interés para los científicos, ya que se cree que en sus cráteres bajo sombra permanente abunda el agua helada.+
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