Más de 1,000 estudiantes y miembros del personal de dos universidades angelinas fueron puestos en cuarentena en los campus o enviados a sus casas esta semana, en una de las estrategias más amplias para contener el sarampión en Estados Unidos, donde se ha registrado el mayor número de casos en 25 años.
«El sarampión realmente mata a la gente. Así que tenemos que tomar eso muy en serio», dijo el doctor Armand Dorian, director médico en el Hospital Verdugo Hills de la CSU.
A los que están en cuarentena se les ordenó permanecer en sus casas y evitar el contacto con otras personas.
«Esta es una orden legalmente vinculante», dijo la doctora Barbara Ferrer, directora de salud pública del condado, a los reporteros.
La cifra de casos de sarampión en Estados Unidos se ha incrementado a casi 700 este año, incluyendo cinco en el condado Los Ángeles y 38 en total en California.
El brote es atribuido en gran medida a que algunos padres se niegan a inmunizar a sus hijos debido a información errónea sobre los presuntos peligros de la vacunación.
La CSU en Los Ángeles reportó que 875 de sus estudiantes y personal fueron colocados en cuarentena tras posiblemente haberse expuesto al sarampión a principios de este mes. Para el viernes unos 250 habían sido autorizados a regresar a sus actividades luego de demostrar que son inmunes a la enfermedad.
También se les prohibió utilizar el transporte público, incluidos aviones, trenes, autobuses y taxis. Si deben viajar debido a una emergencia, se les dijo que primero tenían que notificar a las autoridades de salud pública.
