La lengua de afamados literatos como Miguel de Cervantes, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Octavio Paz, Julio Cortázar, Isabel Allende, Roque Dalton y Gioconda Belli, entre otros, tiene de apoyo al instituto que lleva el nombre del autor de la novela “Don Quijote” con recursos que fortalecen el aprendizaje del castellano.
El Instituto Cervantes, creado en España en mayo de 1991, cuenta con sedes en más de 90 ciudades en 45 países. Cinco de ellas están en Estados Unidos, ubicadas en New York, Chicago, Albuquerque, Seattle y Los Ángeles; esta última se inauguró en diciembre de 2022.
“Tenemos dos funciones muy delimitadas: una es enseñar la lengua y la segunda es difundir la cultura de todos los países que hablan el español”, resumió Luis Martín, director de la sede angelina originario de Madrid, autor de una docena de libros de cuentos, novelas y ensayos.
Aquí se ofrecen clases de castellano en todos los niveles, tanto para latinos como para anglosajones, en línea y presencial. También tienen certificados que examinan el conocimiento del español que son reconocidos en toda Europa. En los fines de semana brindan clases de refuerzo para niños y adolescentes. Asimismo cuentan con una biblioteca física y virtual que permite acceso a libros y materiales audiovisuales.
Todo lo anterior se complementa con actividades culturales gratuitas que periódicamente se realizan, como charlas literarias, exhibición de películas españolas y latinoamericanas, al igual que eventos de teatro y música, entre otras manifestaciones artísticas.
“La enseñanza del idioma está dirigida a anglosajones y a hablantes de herencia que perdieron el español y lo quieren recuperar”, apuntó Martín, asegurando que están trabajando con la NASA para colaborar con la primera misión en español para que los jóvenes se den cuenta que el idioma “está en el espacio y en cualquier lado”.
Esta iniciativa sirve para reforzar la lucha a contracorriente que realizan familias latinas para traspasar el idioma materno a sus hijos nacidos en Estados Unidos, quienes se enfrentan a estereotipos y al poco interés que muchas veces demuestran los jóvenes de segunda o tercera generación.
En el reporte de 2021, elaborado por este instituto, se detalla que hay 493 millones de hablantes nativos de español en el mundo, cifra que asciende hasta 591 millones cuando se incluye a hablantes con competencias limitadas y quienes lo tienen como segunda lengua.
“Lo que observo a mi alrededor es que la segunda generación habla más inglés que español”, valoró Ángels Ferrer, directora académica del Instituto Cervantes de Los Ángeles, detallando que en las universidades estadounidenses de California está decayendo el interés en el idioma del poeta Federico García Lorca, pero en las escuelas primarias la perspectiva es distinta.
En un congreso de formación de profesores de español, Ferrer comprobó que los mismos catedráticos ven con optimismo el futuro del idioma porque “en las escuelas primarias se está viendo que los padres anglosajones están percibiendo el español de manera distinta y están apuntando a sus hijos en clases del idioma en escuelas duales”.
De acuerdo a la Oficina del Censo, en 2019 se tenían 41.8 millones de hablantes del castellano en todo Estados Unidos. Es decir que solo en el periodo que comprende del 2000 a 2019 hubo un incremento del 56.8%.
Pero entre la tercera generación, según el Centro Pew, el 75% habla inglés y el 24% se considera bilingüe, ninguno indica que hable sólo español.
Karina Zelaya, crítica cultural y profesora de la Universidad Estatal de Mississippi, piensa que debe estudiarse a fondo lo que sucede con la lengua entre la segunda y tercera generación. Lo que más le preocupa es que en comunidades y estados donde los latinos son grupos minoritarios se sigue viendo el español como una discapacidad.