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Nueva York. Estados Unidos vetó ayer un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que pedía un alto el fuego inmediato en Gaza, el tercer bloqueo de Washington a una iniciativa sobre el tema desde el inicio de la guerra entre su aliado Israel contra Hamas.

Estados Unidos fue el único país de los 15 miembros del Consejo de Seguridad en votar contra la resolución, mientras Reino Unido se abstuvo.

El voto fue otra señal del aislamiento en el escenario mundial del presidente estadunidense, Joe Biden, mientras su administración continúa resistiendo la presión mundial por su apoyo incondicional a la guerra de Israel, provocada por el ataque de Hamas del 7 de octubre que mató a mil 200 personas en territorio israelí.

Argelia puso la resolución sobre la mesa y fue apoyada por más de tres cuartos de los 193 miembros de la Asamblea General. Llega mientras Israel se prepara para una ofensiva en Rafá, en el sur de Gaza, donde más de un millón de palestinos están refugiados. Agencias de ayuda humanitaria han advertido sobre el baño de sangre si se lleva cabo la ofensiva israelí.

Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, señaló que la resolución impactaría negativamente las negociaciones entre Israel y Hamas sobre la liberación de rehenes en Gaza. “Demandar un alto el fuego inmediato e incondicional, sin un acuerdo para que Hamas libere a los rehenes, no traerá paz duradera. En cambio, podría extender la lucha entre Hamas e Israel, aseguró la funcionaria.

Estados Unidos planteó a cambio el borrador de una resolución llamando a un alto el fuego temporal en Gaza tan pronto como sea posible. El borrador de la resolución también advierte sobre la incursión israelí en Rafá, donde un millón de palestinos han buscado refugio luego de ser violentamente desplazados por los meses de asedio israelí.

El ataque de represalia de Israel contra Hamas ha dejado más de 29 mil muertos en Gaza, incluidos 13 mil menores.

Con un inusual lenguaje crítico, la propuesta de resolución estadunidense hace notar que una ofensiva contra Rafá resultaría en más daño para los civiles y en un mayor desplazamiento incluso a países vecinos, lo que tendría serias implicaciones para la paz y la seguridad regional, por lo tanto, subraya que esa gran ofensiva terrestre no debería proceder bajo las circunstancias actuales.

La semana pasada Biden advirtió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que esa operación no debería proceder, según el reporte de su conversación telefónica proporcionado por la Casa Blanca.

El secretario general Adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, subrayó que las operaciones militares de Israel en Rafá podrían provocar una masacre.

Amar Bendjama, embajador de Argelia ante el organismo mundial, aseveró que votar contra su propuesta la resolución implica aprobar la violencia brutal y el castigo colectivo infligido a los civiles. Hoy, cada palestino es un blanco para la muerte, el exterminio y el genocidio. Debemos preguntarnos cuántas vidas inocentes deben ser sacrificadas antes de que el Consejo de Seguridad considere necesario llamar a un alto el fuego.

En tanto, Sudáfrica afirmó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya que Israel mantiene un apartheid extremo sobre los palestinos y que la ocupación israelí en tierras reclamadas para formar un Estado palestino es ilegal de forma fundamental e inherente. Israel rechaza esas acusaciones.

Los representantes sudafricanos intervinieron en el segundo día de vistas en la CIJ sobre una petición de la Asamblea General para que dé su opinión no vinculante sobre la legalidad de las políticas israelíes en los territorios ocupados.

Israel rechaza las acusaciones de apartheid y suele tachar a los organismos de Naciones Unidas y tribunales internacionales de injustos y con prejuicios en su contra.

En ese contexto, Brasil declaró ante el máximo tribunal que la ocupación israelí de los territorios palestinos no puede ser aceptada y mucho menos normalizada por la comunidad internacional.

En la CIJ continúa la demanda de Sudáfrica

En cuanto a la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel por sus ataques sobre la franja de Gaza, la CIJ abrió el turno de palabra desde el lunes para que más de medio centenar de estados expongan sus posiciones sobre los 56 años de ocupación israelí de los territorios palestinos y las consecuencias del conflicto.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó su solidaridad integral con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, trenzado en una crisis diplomática con Israel por comparar la guerra en Gaza con el Holocausto.

En Gaza hay un genocidio y se asesina cobardemente a miles de niños, mujeres y ancianos civiles. Lula sólo ha dicho la verdad, y la verdad se defiende o la barbarie nos aniquilará, escribió Petro en la red social X.

Lula acusó el fin de semana a Israel de perpetrar un genocidio contra los gazatíes y comparó la ofensiva israelí con el Holocausto de los judíos por los nazis. En respuesta, Israel lo declaró persona non grata y Brasil llamó a consultas a su embajador en ese país.