El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró este jueves que en el proyecto de Presupuesto General de la Nación 2020, que se presentará ante el Congreso, no se incluirán los fondos de «la partida» del gasto secreto.
La eliminación del gasto secreto es una promesa que, según diversos analistas, Bukele no ha cumplido tras tomar posesión del Ejecutivo el pasado 1 de junio.
El mandatario salvadoreño señaló, al ser cuestionado por periodistas sobre el tema, que «no podíamos eliminar la partida de gastos reservados porque ya estaba incluida en el presupuesto que dejó la pasada administración», encabezada por el expresidente Salvador Sánchez Cerén.
«¿Cómo vamos a eliminar esta partida?, no incluyéndola en el primer presupuesto que vamos a presentar (ante la Asamblea Legislativa) el próximo 30 de septiembre», dijo.
Bukele explicó que su administración «solo ha ocupado 3 millones de dólares de la partida de gastos reservados dejada por el pasado Gobierno (cuyo monto asciende a 30 millones de dólares) para el OIE (Organismo de Inteligencia del Estado)».
«Lo único que vamos a incluir en el presupuesto es el fondo para el OIE que no cuenta con dinero propio y sus recursos salían de la partida de gasto reservado», añadió.
El presidente salvadoreño prometió eliminar el gasto reservado porque, según él, las pasadas administraciones, cuatro de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y dos del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), «utilizaron el dinero para gastos personales y de otra índole».
Según la Fiscalía General de la República (FGR), dicha partida fue utilizada por los expresidentes Elías Antonio Saca (2004-2009) y Mauricio Funes (2009-2014) para malversar, entre ambos, más de 651 millones de dólares.
El medio local Factum publicó recientemente que el 2 de junio pasado, Bukele clasificó como «secreto de Estado» toda la información relacionada con la inteligencia estatal, incluida la de los gastos, afirmación que no fue desmentida por ningún miembro del Gobierno.