El director interino del Servicio Secreto dijo el martes a legisladores que considera indefendible el hecho de que el tejado usado por el atacante en el intento de asesinato del expresidente Donald Trump no estuviera asegurado, y criticó a los organismos de seguridad pública locales por no hacer circular información urgente antes del ataque y no proteger adecuadamente el lugar.
Ronald Rowe también señaló que viajó recientemente al sitio del ataque y dijo que lo que vio lo “hizo sentir avergonzado”. Afirmó que el ataque equivalía a “una falla en varios niveles”, incluida la falta de imaginación.
Su testimonio fue el catálogo más detallado de errores y falta de comunicación entre los organismos del orden público presentado hasta la fecha por el Servicio secreto, y Rowe asumió la culpa por los errores de su propia agencia, al tiempo que crítico repetidamente a los organismos locales del orden público por no compartir la información de que un hombre armado, identificado después como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, fue visto en un tejado cerca del lugar del mitin minutos antes del atentado del 13 de julio en Butler, Pensilvania.
“Supusimos que los organismos estatales y locales lo tendrían cubierto”, dijo Rowe. “Supusimos que habría presencia uniformada, que habría suficientes ojos para cubrirlo, que habría equipos de francotiradores” en el edificio desde cuyo tejado Crooks disparó, a menos de 135 metros (150 yardas) del escenario donde Trump hablaba.
“Y puedo asegurarles, que no volveremos a cometer ese error”, señaló Rowe.
Trump, el candidato presidencial republicano de 2024, fue alcanzado en una oreja por una bala o un fragmento en el intento de asesinato; asimismo, una persona que asistió al mitin murió y dos más resultaron heridas antes de que el agresor muriera por los disparos de un francotirador del Servicio Secreto.
El categórico, y a veces emotivo testimonio presentado el martes, que incluyó intercambios combativos con legisladores, garantizó la continuidad del juego de culpas que ya está en marcha entre las autoridades federales y locales. También indicó que Rowe, con respuestas listas y detalladas, estaba decidido a asumir una postura distinta a la de su predecesora, Kimberly Cheatle, que renunció la semana pasada tras recibir intensas críticas de los legisladores de ambos partidos políticos tras presentar respuestas consideradas como evasivas y carentes de detalles específicos.
Gran parte de la audiencia del martes entre las comisiones Judicial y de Seguridad Nacional del Senado se centró en lo que, según Rowe, fue la información inadecuada recibida por el personal del Servicio Secreto en la hora previa al ataque, incluido el hecho de que Crooks había sido visto en el tejado.
Agentes locales de seguridad pública vieron a un hombre de apariencia sospechosa caminando cerca de los detectores de metales, pero finalmente le perdieron la pista a Crooks antes de que escalara el tejado de un edificio de SGR International Inc. Poco antes del tiroteo, un agente local trepó al tejado para investigar. Crooks le apuntó con su rifle y el agente se retiró.