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La Corte Suprema de Estados Unidos escucha el martes argumentos en su primer caso sobre el aborto desde que los magistrados conservadores anularon el derecho constitucional a terminar a un embarazo hace dos años. Lo que está en juego ahora es el acceso a un medicamento que fue utilizado en dos tercios de todos los abortos el año pasado.

Los opositores al aborto le están pidiendo al máximo tribunal ratificar el fallo de una corte federal de apelaciones conservadora que limitaría el acceso a la mifepristona, uno de dos fármacos que se usan en abortos autoinducidos.

El retorno de la corte a la controversia sobre el aborto ocurre en un contexto regulatorio y político totalmente alterado por la decisión de 2022 que llevó a muchos estados gobernados por republicanos a prohibir o restringir severamente el aborto.

El fallo tuvo repercusiones políticas inmediatas, y el resultado de este nuevo caso, esperado para inicios del verano, podría afectar las elecciones tanto presidenciales como legislativas.

Mientras la Corte Suprema debatía el asunto, había manifestaciones afuera a favor y en contra, con los manifestantes marchando y cantando. La policía bloqueó el acceso vehicular en torno a la sede del tribunal.

Las consecuencias de un fallo a favor de quienes se oponen al aborto serían dramáticas, posiblemente cesando el envío por correo de la mifepristona o su venta en las farmacias, reduciendo de 10 a siete semanas el período de embarazo en que se puede tomar, o prohibiendo las sesiones de telemedicina en que el fármaco puede ser recetado.

La administración del presidente Joe Biden y las empresas farmacéuticas advierten que un fallo adverso también podría socavar la autoridad de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), al permitir que jueces interfieran en las decisiones científicas del organismo.

Médicos y organizaciones médicas antiaborto argumentan que las decisiones de la FDA en 2016 y 2021 que relajaron las restricciones para tener acceso al medicamento eran irracionales y “perjudican la salud de las mujeres en toda la nación”. El gobierno y la empresa Danco Laboratories, con sede en Nueva York y que fabrica la mifepristona, responden que el medicamento es uno de los más seguros jamás aprobados por la FDA.