El presidente estadounidense, Joe Biden, celebró esta noche una cena de bajo perfil para romper el ayuno del Ramadán en un momento de tensión con la comunidad árabe en Estados Unidos por su apoyo a la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
En una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, explicó que Biden y la vicepresidenta, Kamala Harris, tenían previsto ejercer como los anfitriones de una reducida y discreta cena para romper el ayuno, en vez del tradicional banquete que suele celebrar la Casa Blanca con líderes musulmanes y de la comunidad árabe estadounidense.
Los líderes árabes tenían planeado reunirse con Biden antes de la cena «para tratar asuntos de importancia para la comunidad», pero no iban a participar en el ágape, indicó Jean-Pierre.
Según medios locales, varios líderes de esa comunidad habían rechazado las invitaciones de la Casa Blanca a una cena para celebrar el Ramadán, al considerar ofensivo hacerlo cuando la Franja de Gaza está en riesgo de hambruna.
«Los líderes de esa comunidad expresaron que preferían hacer una reunión de trabajo. Los escuchamos y ajustamos el formato para responder a ello», dijo Jean-Pierre.
Biden se ha enfrentado a una creciente ira de la comunidad árabe por proporcionar ayuda militar a Israel para su ofensiva en la Franja de Gaza tras los ataques de Hamás del 7 de octubre contra territorio israelí.
Este rechazo podría costarle caro a Biden en las elecciones de noviembre, especialmente en estados clave con una fuerte presidencia de la comunidad árabe como Míchigan.