Mount Olive.- Una grave denuncia fue realizada por una mujer desde México, y espera que llegue al condado Duplin en Carolina del Norte, especialmente a Rosa María Dominguez Muñoz.
Hasta hace unos días, Reyna Solorio Solorio, de 26 años y madre de tres hijos, se enteró de que tenía un hermano tres años mayor, Julio César.
La noticia fue sorpresiva y emocionante al mismo tiempo. Reyna desconocía la existencia de Julio, y lo más impactante, es que estaba a punto de conocerlo en pocos días.
Sin embargo, cuando el momento llegó, no fue como ella lo había soñado. El encuentro resultó ser una historia de abandono y oscuros descubrimientos.
“Vino para abandonarlo”
Rosa María se puso en contacto con Reyna a través de Facebook y le dijo que era su tía, y que había adoptado a Julio cuando tenía días de nacido.
«Me quedé sorprendida, No sabía de su existencia», dijo Reyna a Qué Pasa.
“Nos contó que se lo llevó a Estados Unidos y nos dijo que iba a visitarnos”, relató.
El día llegó. Fue el lunes 26 de febrero.
El autobús Tornado con esas dos personas extrañas llegó desde Mount Olive, en el condado de Duplin hasta la apartada Vicente Riva Palacio, una localidad mexicana perteneciente al municipio de San Lucas, en Michoacán, colindante con Ciudad Altamirano.
Al día siguiente, después de que Rosa y Julio fueran a Coyuca de Catalán, se tomaron fotos, comieron pizza, Rosa dejó su maleta y dijo que iba a visitar a una de sus amistades. Y no volvió más.
“Se fue a Carolina del Norte, nunca más volvió”, dijo Reyna, muy impactada por este suceso y por las verdades que descubrió después.
Según cuenta, Rosa le dijo que Julio tiene esquizofrenia y que la razón por la cual lo dejaba en México era para que no tuviera problemas con la policía.
«Julio golpeó a la pareja de Rosa y lo llevaron a la comisaría. Pero me enteré que fueron ellos quienes lo denunciaron», expresó molesta.
La razón por la que Julio se puso agresivo fue porque el esposo de Rosa María le impidió entrar a la cocina. «Esa fue la razón. Él quería entrar a buscar comida a la casa de su mamá», reveló.
Asimismo, Reyna averiguó que su hermano estaba en estado de abandono en Mount Olive.
“Averiguamos por algunos conocidos quienes contaron que Julio pedía limosna y comida. A veces entraba a las casas a robar alimento para poder comer”, dijo.
Reyna lamentó que la mamá adoptiva no le haya dado los cuidados respectivos debido a su enfermedad, un mal que también enfrenta su madre biológica.
Actualmente, Julio César está internado en un centro de ayuda en Vicente Riva Palacio y pregunta constantemente por su madre adoptiva.
“No sabemos cómo decirle que fue abandonado”, lamentó Reyna, al tiempo de pedir a Rosa María que reflexione.
“Es su hijo y a los hijos no se les abandona como objetos”, lamentó.