Alejandro Vigilante, el artista que sobrevivió al 911 y conquistó el mundo

Alejandro Vigilante estaba en Manhattan el 11 de septiembre de 2001. El relato en primera persona de uno de los hechos que conmocionaron al mundo.

Alejandro Vigilante es un reconocido artista plástico, la mañana del 11 de septiembre del 2001 estaba diseñando unos murales en el Hotel Marriott frente al World Trade Center en Nueva York, Estados Unidos. Se había quedado a dormir en la casa de su amigo Hernán Casanova, que vivía cerca. Esa mañana habían escuchado que algo pasaba en las torres. Decidieron ir a ver, “tomamos el subte con destino al Bajo Manhattan sin saber lo que ocurría. Llegamos a la estación, el tren se detuvo y nos obligaron a bajar. Cuando salimos a la superficie justo frente a las Torres Gemelas no podía creer lo que veía”, recuerda Alejandro. 

El polvo y la locura de la gente era, según él, una escena “dantesca”. Ellos estaban en el lado este y querían pasar al oeste, justo a un par de cuadras en la intersección de las calles Greenwich y Warren sintieron el rugido de la segunda torre que colapsaba. “Hernán se adelanta y va hacia una playa de estacionamiento, donde tres policías no podían abrir una garita que se encontraba allí, pero al ver la nube de polvo que avanzaba, Hernán abrió un auto e ingresamos con ellos” comenta. “No podíamos cerrar la puerta ya que mis piernas no entraban, no sé en que momento logré cerrarla. Se escuchó un temblor y un estruendo inexplicable, sentíamos como caían escombros en el techo y una nube de polvo lo oscureció todo, esperando el desenlace final que por suerte no fue así, pero creí que me moría”, recuerda. 

Tapados con sus remeras para poder filtrar aire que respirar, esperaron 20 minutos para salir del vehículo. Los primeros en hacerlo fueron los policías, abrían más de una vez la puerta para asegurarse de que no cayeran más escombros. “En ese momento de espera observé sobre la guantera un Corán, mire hacia un costado y había un recipiente hermético similar a un tupper en el cual se encontraba una cámara Polaroid. Tomé una foto con la particularidad que en el espejo retrovisor estaba colgado un Tasbish, un rosario musulmán, todo muy loco”, narra.

La nube de polvo se había disipado un poco y al salir del auto, algo le llamo la atención: un teclado y un zapato se encontraban sobre el techo. Aturdidos por todo lo que estaba pasando fueron interceptados por los socorristas. El aire seguía con ese polvo por cuadras, alarmas sonando y ambulancias también, un ambiente desolador. Cuando llegaron a una  zona segura le brindaron asistencia, querían quedarse a colaborar pero no se lo permitieron; “los bomberos nos dijeron que  fuéramos a nuestros hogares y trataramos de comunicarnos con familiares para avisar que estábamos bien”, cuenta.

Después del 11S se dedicó a desarrollar pinturas con claras influencias de los sesenta fusionadas con la era de Internet y las redes sociales a la que llama una experiencia “i-art” o “i-pop”. 

Sus obras se encuentran por todo el mundo. Entre las celebridades que tienen «un Vigilante», se encuentran Madonna, David y Victoria Beckham, Andy Garcia, Hally Berry, Michael Jordan, Gloria y Emilio Estefan, a quienes además les pinto murales en su hotel Cardozo en Miami. Sus obras también la disfrutan Presidentes latinoamericanos, y en colecciones privadas en Rusia, Suecia, Noruega, Alemania, Estados Unidos, México, España, Brasil, Argentina, Perú y Uruguay, entre tantos otros países.
La reconocida marca de Tequila Partida, con quienes trabajó en conjunto últimamente, realizó una presentación especial en Miami, Los Ángeles y New York, con su arte.