Alberto Favero, o el arte de ponerle música a todo

“A los 12 años, me puse los pantalones largos por una causa noble: comencé a tocar en las confiterías y cabarets de La Plata, y tenía que aparentar más edad de la que tenía. Era un niño, pero la única manera que pude encontrar para tocar jazz en público y ganarme unos pesos, era “convertirme en grande”.

Hay que retrotraerse 6 décadas y situarse en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, Argentina, para visualizar el contexto en que este chico prodigio del piano quería y necesitaba: sumarse a la liga del jazz platense.

Alberto recibió sus primeras lecciones de música, bajo el ojo (y el oído) avizor de sus padres, en el Conservatorio de la familia Favero llamado “Beriot”. Literalmente, su madre Elcira y su padre Fermín fueron sus guías en el mundo que entrelaza silencios con sonidos musicales.

“Casi cualquier cosa puede musicalizarse. Textos, Obras teatrales, Producciones de TV, Películas… todo, absolutamente a todo se le puede poner música, en realidad, todo tiene una música inmanente, la cosa es descubrirla”.

Claro, que lo diga él, con esa simpleza que lo caracteriza, humaniza una condición que no es común a la mayoría de los mortales. Será su manera de ser; será que es meditador desde hace más de 30 años… será su crianza de cuna. Como sea, “Favero nunca se la creyó”, y en un mundo de inmediatez y banalización, no es poca cosa.

El Maestro Favero, aparte de estar en el top 5 del mundo en cuanto a directores de comedias musicales, exhibe en su patrimonio de corcheas y semifusas ser el autor de la multipremiada «Eva» junto a los textos y letras de canciones de Pedro Orgambide. Haber creado la música para obras mayores de Teatro, como «El Alcalde de Zalamea» de Calderón de la Barca, «Peer Gynt» de Ibsen o «Doña Rosita la Soltera» de Federico García Lorca, entre tantas otras. O deleitarnos con su dirección de Coro y Orquesta, y sus orquestaciones en obras que lo tuvieron al frente, como «El Beso de la Mujer Araña», «Víctor Victoria”, “Piaf”, «Sweeney Todd», «Al Final del Arco Iris», «Cabaret», «El Graduado», «Tita», o «Los Miserables», todas ellas multi premiadas y paseadas por los escenarios de Argentina, Brasil, Francia, Estados Unidos, España. En este último país hay míticas actuaciones como la del teatro Lope de Vega de Madrid, en la celebración de los 15 años de Stage en España, o la temporada en el teatro Coliseo de la Gran Vía, en donde junto a Paloma San Basilio, emocionaban hasta las lágrimas, llegando al éxtasis con la interpretación de la canción principal de «Víctor Victoria», “Vives entre sombras”, con un magistral Favero, con su imponente piano de cola en el medio del escenario.

Si Favero fuese un predicador, al escucharlo en el piano, espontáneamente se creería con fe en la música.

De entre su extensa edición oficial de 36 discos, que van desde la interpretación de los clásicos, jazz, solos New Age y poemas musicalizados, realmente no podemos recomendar a uno más que otro; por lo tanto, querido lector, lo invitamos a disfrutar, para empezar, de la “Suite Trane”, en la versión que tenga al alcance, tanto el Original Release de Trova – Fondo Nacional de las Artes, Argentina, de 1970, o el de Ediciones Tacuabé. Uruguay, del 71, o el angeleno Catalyst International Records US de 1974, si Ud. esta en UK la re-edición de What Music de Londres de 2005, o la última edición de Acqua Records, Argentina, de 2011: esta clásica obra que paseó por diversos escenarios del mundo, con un increíble concierto en el Teatro Piccolo (Giorgio Strehler) de Milano o una presentación memorable en el Auditorium de la Radio Televisión Suiza en Lugano, en 2014, o el cierre del Festival de Jazz de Otoño-Madrid! 2007.

Lo invitamos también a escuchar “Eva – Original Cast Live Recording” (CBS Records).1986, “Favero y la Banda” (WEA Records, Argentina), de 1989, “New Age Piano Solos” (Melopea Records) y “Classical Tropico” (WEA Records, US, Argentina)1988. “George Gershwin Tribute” (Melopea), “Cole Porter Tribute” (Melopea).

“Benedetti-Favero en vivo”, (Acqua) de 2002.
Una de las experiencias más hermosas que va a disfrutar, sin lugar a duda, es el enlace del poeta uruguayo y el músico argentino. Favero y Benedetti han construido una dupla que ha trascendido toda frontera; todos van a descubrir que la música, la poesía y los sentimientos van de la mano, porque ellos, en base a su generosidad y admiración mutua, han generado obras maravillosas que el mundo ha disfrutado, disfruta y disfrutará. El ejemplo más claro sea tal vez la canción escrita en castellano con decenas de versiones de solistas y coros en todo el mundo, estamos hablando de “Te Quiero”; Benedetti en un texto de una simpleza que solo ostentan los genios, eleva al infinito y para siempre un poema de antología, al que Favero convierte en canción en una conexión que trasciende, en una creación musical que enamora desde sus primeros acordes, y también “Por que cantamos” tremendo himno, que emociona profundamente.  

Claro que hay mucho más para disfrutar y seguir descubriendo al muchachito de La Plata que creció de golpe para poder tocar con los grandes y vivir la bohemia, por ejemplo, en el disco más reciente de “Alberto Favero on West Side Story” (Acqua Records) de 2015.

Este periodista quiere ser certero con los datos, y dirá que el primer galardón que recibió el Maestro, fue en su adolescencia, en 1961, como “Nueva Figura” otorgado por el Centro de Estudios Especializados en Jazz, que dirigiera Walter Thiers, por su participación en el II Festival Internacional de Jazz en la UBA, a sus 17 años, y en 1968 por “Suite Trane”, en homenaje al gran saxofonista John Coltrane, reconocida como el “Trabajo más importante de Jazz del Año” por el Diario “La Prensa” de Buenos Aires y la Revista “Monthly Jazz” de Londres.

A partir de allí, Favero ganó cuanto premio y reconocimiento hay en la industria: Premios Ace, Premios Hugo, Premio Teatros del Mundo, Mejor Director, Mejor Canción Original, Mejor Arreglo, Mejor Dirección Musical, Mejor Producción, Mejor Musical, Mejor… 

“Mejor, mejor que hable mi música por mí”, dice Alberto y sonríe…

Actualmente reside en Los Ángeles, en donde tiene su estudio, y vive con su mujer, Mariana Jacazio, su gran amor y virtuosa actriz que también está desarrollando su carrera en Hollywood. Una carrera que promete, luego de su éxito en la Argentina. Mariana ha ganado los más notorios premios en Argentina, dos “Premios Hugo” a la “Mejor Actriz”, un “Lobo de Mar” por “Yo, Alfonsina”, entre otros, y actualmente trabaja con talentosos directores, cuenta con la representación de agencias prestigiosas y audiciona permanentemente para films y programas de TV de primera línea. Gracias a su formación literaria y experiencia teatral, ha descollado en sus trabajos de “voiceover” en notables éxitos televisivos, como “Jane the Virgin” y “The Bold & the Beautiful”, y entre otros trabajos, se ha destacado en la realización de comerciales para firmas tan importantes como L’Oreal de Paris y Honda.  

El último proyecto de Favero esta temporada, está vinculado a la ASMAC (American Society of Musicians, Arrangers and Composers) de la cual es miembro desde 2018– Mensualmente ofrece conciertos dirigiendo a la Orquesta de Jazz “Flight 584 Big Band”, donde la estupenda voz de su esposa, presta su talento multifacético y su cálida impronta vocal, brindando su magia especial a los arreglos de los Standards de Jazz de Alberto.

En su estudio, Favero no para un minuto. Compone, arregla, crea, y disfruta: “Tenemos una vida muy plena, en donde coinciden el amor y la música”.

Otra vez su simpleza… Favero va caminando por Los Ángeles con el alma llena de música, dando fe del dicho popular: “la simpleza de los genios”… o “la genialidad es simple”. 

Leo Medvedoff para #ElSol América